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Restauración Y Bendición - 7/16

“Y quito Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumento el doble todas las cosas que habían sido de Job.” Job 42:10

La reacción humana frente a la traición o a la agresión es de albergar resentimiento, tratar de vengarse o cortar la amistad; pero la Biblia nos dice cuál es el sentir de Dios al respecto y nos  manda a perdonar y aun orar por aquellos que nos maldicen. En Mateo 5:44 Jesús mismo nos dice: “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y persiguen;…”

En ocasiones se nos hace difícil entender por qué Dios nos manda hacer algo tan opuesto a nuestra naturaleza humana, y nos olvidamos que al venir a Cristo Dios nos ha revestido con su propia naturaleza, ahora somos hijos de Dios, y como hijos debemos actuar como nuestro Padre. (1 Pedro 1:3-4) Además cuando meditamos en la Palabra, nos damos cuenta que el mandamiento de Dios es de suma  importancia para nosotros mismos, pues al orar por aquellos que nos han herido o nos han hecho mal realmente nos beneficia a nosotros mismos.

La Biblia nos deja ver claramente que los amigos de Job habían estado hablándole sin entender realmente lo que sucedía; con sus argumentos y racionamiento de la situación quizás habían herido el corazón de Job y habían aumentado el dolor que el sentía en su dolorosa situación. Es interesante notar que Dios le habla a estos hombres y les dice que vallan a pedirle a Job que ore por ellos para que el los perdone, ya que solamente atendería a la oración de Job. Con este hecho Dios quería ver la reacción de Job para con estos hombres que habían estado  hablándole indolentemente de lo que no entendían, haciendo más profunda su pena. Si Job aceptaba orar por ellos les demostraba su perdón y con este hecho serraba la puerta al diablo quien le había traído tanto dolor y pena a su corazón. Con esta acción también Job le demostraba al diablo que estaba equivocado, con este gesto de perdonar el gritaba a los cuatro vientos que estaba reconciliado con Dios y que le amaba por sobre todas las cosas independientemente de las bendiciones que él le hubiera dado, y que obedecía fielmente su voluntad.

Dios quiere que nosotros como hijos le obedezcamos en todos sus mandamientos porque él sabe lo que es mejor para nosotros. El desea que como Job nosotros podamos tener un corazón perdonador. Note que fue después que Job hubo orado por sus amigos que la Palabra nos dice que Job fue restaurado. “Y quito Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumento el doble todas las cosas que habían sido de Job.”

Quizás has estado buscando las razones de todos tus problemas y el por qué oras y nada cambia. La verdad es que los problemas que nos sobrevienen muchas veces tienen relación con la condición de nuestro corazón. Necesitamos mirar a nuestro interior y dejar que la Palabra alumbre y nos deje ver aquello que no está en acorde con el mandamiento de Dios. Si encontramos que hay alguna tristeza, algún resentimiento, alguna enemistad—debemos detenernos, mirar la Palabra, ponernos en acorde con ella y orar por aquellas personas que nos han causado mal. Dios no escuchara nuestra oración a menos que nosotros obedezcamos sus mandamientos. Recuerde que fue después que Job oro por sus amigos que Dios le quito su aflicción y fue prosperado. ¡Amen!