¿Quién se sostendrá delante de los hijos de Anac? Deuteronomio 9:2
El pueblo de Israel tenía que conquistar la tierra de Canaán, y Dios habla con ellos por medio de Moisés y les dice: Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Jordán, para entrar a desposeer a naciones más numerosas y más poderosas que tú, ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; un pueblo grande y alto, hijos de los anaceos, de los cuales tienes tú conocimiento, y has oído decir: ¿Quién se sostendrá delante de los hijos de Anac?
Anac era un gigante, los hombres que poseían estas tierras eran grandes y altos, venían de razas de gigantes, por esto Moisés le recuerda el dicho popular que tenían en aquellos tiempos: ¿Quién se sostendrá delante de los hijos de Anac? Moisés les hace ver lo difícil que sería llevar a cabo esta obra, no obstante, los alienta a no temer, pues él mismo pasaría delante de ellos con fuego abrazador y los consumiría.
De igual forma, la vida cristiana no es fácil, hay que tener mucho valor, determinación y entrega para transitarla. Los gigantes que el pueblo de Israel enfrentaría, para nuestros tiempos se traducen como circunstancias, situaciones difíciles, puertas de hierro que se miran infranqueables de atravesar, problemas que nos parecen imposibles de vencer.
Muchos son los que se preguntan: ¿Quién se sostendrá delante de todos estos problemas gigantescos que se atraviesan en nuestro caminar? Solo la fe en Dios nos hará caminar por campos minados por el enemigo. Solo la confianza en Dios nos hará atravesar el desierto de la tentación que nos acecha. Solo por la fe en Dios y su Palabra desbastaremos ejércitos, derribaremos muros, cerraremos la boca de leones y alcanzaremos la victoria.
Por lo tanto, pelea la buena batalla de la fe, y párate firme en sus promesas. Dios dice: No temas las circunstancias adversas porque yo estoy contigo, no mires las puertas cerradas, no te desanimes con las imposibilidades, mírame a mi, creyendo que Yo pasaré delante de ti con fuego abrazador y consumiré todas tus adversidades. ¡Amén!
