Salmo 63:3 "Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán."
Este es el mes que muchos asocian con amor. Compramos cosas cuales han llegado a representar nuestro aprecio y afección hacia una persona. Regalamos chocolates, rosas, joyas, tarjetas, ositos de peluche, y caramelos. En este mes decidimos, por lo menos por un día, pasar más tiempo con las personas cuales amamos.
¿Mas cuanto tiempo estamos planeando estar junto a Dios? ¿Cuanto tiempo estamos planeando quedarnos en Su presencia, no necesariamente pidiendo algo, pero solo quietos: solo pensando en Él? No, Él no nos ha regalado chocolates, o rosas, o joyas, o tarjetas, y ni si quiera ositos de peluche directamente. Pero en vez de esto nos ha dado mucho más. En vez de caramelos, Su Espíritu consolador. Mejor que chocolate, nos da paz más dulce que cualquier cosa que un chocolatero puede inventar. En vez de una rosa que marchita en días, nos regala una cual dura para toda nuestra vida y para siempre. En vez de un osito de peluche, regaló su hijo propio. En vez de una tarjeta de amor, derramó su sangre, dirigida ha cada uno de nosotros en letras de misericordia. Y en vez de joyas frías, nos da preciosa salvación. En fin, nos regala a Cristo: Príncipe de Paz, la fragante Rosa de Saro, nuestra perla preciosa.
¿Como podríamos cansarnos de alabarle y amarle a Él? Debe ser nuestro primer deseo absorber ese aroma tan dulce de esa Rosa eterna y meditar sobre esa perla que un día obtuvimos por Su gracia. Debemos añorar pasar tiempo solo con Él. Bajo Sus alas la vida es más dulce, y nunca estamos mas seguros bajo Sus alas que cuando estamos sobre nuestras rodillas, nadando en su amor que es mejor que la vida misma.
Ministerio Josue Yrion.
