Ya estamos empezando un año nuevo. Atrás quedan las experiencias aqueridas, sean buenas o malas. Todos lo que hemos vivido y todas las cosas que hemos hecho, ya quedaron en el ayer. Este año lo recibimos llenos de esperanza, llenos de expectación por lo que Dios hará. Para aquellos que no conocen a Cristo, este año nuevo estará lleno de desconcierto: ¿que pasara? Estarán los ojos de muchos en busca de algo que pueda llenar sus vidas y el vacío de sus corazones, sea en el sexo, la bebida, el dinero, las drogas o en cualquier placer que la vida sin Dios les pueda proporcionar.
Pero para nosotros que conocemos a Cristo, nuestros ojos estarán en El, en una búsqueda espiritual de crecimiento y madurez, afirmándonos cada día en Cristo y en la espera que tenemos en El. Conociendo que la venida del Señor esta cerca, a lo mejor este es el año de la venida de nuestro glorioso Señor Jesucristo para llevarnos a estar eternamente con Él. La Palabra dice: en Heb.12:2 “Puestos los ojos en al autor y consumador de la fe, en Jesús; el cual, habiéndole sido propuesto gozo, sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y sentándose á la diestra del trono de Dios”. Es en Él que nuestros ojos tanto físicos como espirituales deben estar en todo lo que hemos de hacer este año nuevo. Vendrán pruebas, luchas y tribulaciones durante este año, pero manteniendo nuestros ojos en Él seremos victoriosos, pues Él nunca permitirá que algo nos acontezca mayor de lo que nosotros podemos soportar. Nuevamente las Escrituras nos alientan en 1 Cor.10:13 “No os ha tomado tentación, sino humana: mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis aguantar”.
Sea lo que usted pasé este año, sepa que el Señor está con usted, su familia, su llamado, su ministerio. Muchos de los que no conocen al Señor hacen sus resoluciones de año nuevo, que dicho sea de paso, son muchas, pero para nosotros que conocemos al Señor de la gloria, nuestra resolución de año nuevo debe ser: Conocerle más, orar más, ayunar más, leer más y conocer más su Palabra, ganar más almas, trabajar más: en fin, hacer todo el doble y mucho más que hallamos hecho en 2011, pues nuestro galardón en los cielos está seguro. Y para terminar dice el Gran Libro Sagrado que todo lo que hacemos debe ser dirigido a Él: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, y no á los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la compensación de la herencia: porque al Señor Cristo servís”, Col.3:22,24. La palabra “ánimo” aquí es literalmente “corazón”. Todo que hemos de hacer este año sea de “corazón”, para el único y Soberano Dios y a su Hijo Jesucristo.
Que Dios les bendiga y feliz año nuevo a todos mis queridos hermanos en Cristo alrededor del mundo. Y me despido recordando las palabras del gran himno: “Firmes y adelantes, huestes de la fe, sin temor alguno que Cristo os ve”. ¡Paz!
Ministerio Josue Yrion
