Lucas 7:47 “Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amo mucho; más aquel a quien se le perdona poco, poco ama.”
En estos pasajes de Lucas 7: 36-47 Jesús enseña el principio de que mientras mayor sea el perdón, mayor será la respuesta de amor. Tenemos la tendencia a pensar cuando leemos esta enseñanza que aquellas personas que a nuestro juicio han cometidos pecados horribles tienen la obligación de amar más a Jesús que otras a quienes no se les perdono pecados tan graves.
Pero esto no es así, porque para Dios todos éramos pecadores y estábamos destinados a la perdición eterna. Porque la Biblia claramente nos dice: Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. No hay pecado chiquito ni grande, pecado es pecado y en el libro de Romanos 6:23 leemos que: “La paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Entonces cuando nos miramos como éramos antes, pecadores, indignos, malos merecedores del castigo eterno podemos ver su amor.
Cuan inmensurable es el amor de Dios, que dio a su único hijo para tomar nuestro lugar en la silla de los acusados, y pagar el precio más alto por nuestra salvación. Cuando miramos a Jesús y lo vemos cargando nuestros pecados, nuestras iniquidades, nuestras enfermedades, nuestras culpas y rebeliones; cuando lo vemos como el profeta Isaías lo describe: molidos por nuestros pecados, no había en el hermosura para que lo deseáramos, varón de dolores experimentado en quebranto, angustiado y afligido no abrió su boca, cuando vemos el gran sacrificio y el costo tan alto de sufrimiento para quitar el acta que nos era contraria y redimirnos para Dios, debe surgir en nuestro interior un gran amor para El. El mirar que el perdón de nuestros pecados le costó tanto a Jesús, ese perdón debe producir en nosotros amor.
Ministerio Josue Yrion
