MATEO 13:44 "Además, el
reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un
hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que
tiene, y compra aquel campo."
Mientras hablaba sobre el reino de los cielos, Jesús contó esta parábola sobre
un hombre que halló un gran tesoro escondido en un campo. Lo interesante de
esta historia es que las personas alrededor de este hombre no sabían lo que había
en ese campo porque el tesoro estaba “escondido.” Seguramente tildarían a ese
hombre de loco por vender todo lo que tenia por un campo vacío.
Más nosotros sabemos lo que tenemos en Cristo: un tesoro en un pesebre. Los pastores se veían ridículos cuando fueron a adorar en un estable. Los magos, hombres de sobresaliente inteligencia, se veían extraños viajando miles de millas para ver a un niño. Pero nosotros sabemos quien estaba en ese lugar: El que da sentido a toda la creación y a toda la experiencia humana. Al razonamiento humano, guiado por lo que se ve, nosotros damos nuestras vidas enteras para comprar un campo vacío. El tesoro no es visible. Pero nosotros nos entregamos de lleno a ese Jesucristo tan enigmático. Nos entregamos porque hemos encontrado el tesoro que es El: el camino, la verdad, y la vida.
El evangelio es locura a los que se pierden. Pero Dios usa la locura para humillar a la sabiduría humana. (1 Cor 1) Recordemos que la persona por quien todas las cosas fueron creadas nació en Belén más de 2000 años atrás para darnos vida a todos. Y démosle gracias a Dios que nos ha concedido a nosotros la maravillosa bendición de encontrar ese tesoro. (Mateo 11:25)
Ministerio Josue Yrion