¡Inscríbase al Devocional Mensual Hoy!

* Requerido

*

*

*



*


Consolados Para Consolar-3/22

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. 2Corintios 1:3-5

Nadie puede consolar con verdadero conocimiento alguna persona que está sufriendo por algún problema, sí antes, ella misma no ha pasado por ese gran dolor también. Se puede imaginar uno el dolor que está pasando la persona, pero no hay una genuina empatía con el dolor que sufre esta persona porque no se ha experimentado antes tal dolor.

Pablo comienza en estos versículos dando una alabanza al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque es un Padre de misericordias y un Dios de toda consolación. Fíjese bien que dice: que es un Dios de toda consolación. Él no dice un Dios de consolación, sino un Dios de toda consolación. Porque nuestro Dios tiene todo el amor y Poder para dar consuelo genuino a sus hijos que estén sufriendo cualesquiera que sea sus circunstancias.

Pablo sigue enseñándonos que, este Gran Dios de misericordia y toda consolación, nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que a su ves nosotros, también podamos consolar a quienes sufren con los mismos padecimientos que nosotros sufrimos y fuimos consolados por Dios. Ósea, después de experimentar el dolor que causa la tribulación por la que hallamos pasado, y recibir la consolación que Dios nos da, con esa experiencia, podemos consolar con un conocimiento pleno de acuerdo a la consolación con que fuimos consolados por Dios.

Es un hecho que, usted no puede saber como es el dolor por una traición sí usted no ha experimentado antes el ser traicionado. Usted no puede saber el dolor que causa el ser injuriado sin motivo sí antes usted no lo ha pasado. Usted no sabe como es el dolor de ser calumniado sí usted no lo ha vivido en carne propia. Nadie puede consolar a nadie sí no ha tenido una experiencia igual anteriormente.

Jesús, nuestro Señor, es el único que puede consolarnos con una genuina consolación, porque él mismo, en su humanidad, paso por todos estos sufrimientos que antes he mencionado y que hoy nosotros pasamos. Pablo termina estos versículos diciendo: “Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.”

Así que, sí estas sufriendo estas mismas aflicciones que Cristo padeció, no te impacientes, porque serás consolados por Cristo, por medio del Espíritu Santo, para que puedas consolar a alguien mas. ¡Amén!