Definitivamente, el poder está en la oración. A través de los tiempos, la oración y su poder han cambiado el curso de la historia de la civilización, salvado, sanado y restaurado a millones de personas por medio de Cristo y traído un avivamiento a nivel mundial a la iglesia. Hay miles de miles de testimonios del efecto de la oración y centenas de centenas de libros escritos sobre el poder de la oración. Su autoridad es real. Su resultado es verdadero y es imperativo que entendamos que la oración eficaz tiene poder para cambiar las circunstancias y recibir el poder de Dios en nuestras vidas.
Hoy, desafortunadamente, en muchas iglesias la oración ha perdido su lugar y en la vida de muchísimos creyentes ella ya no es importante y necesaria. Si Usted desea ver resultados satisfactorios en su vida personal, familiar y espiritual, empiece a orar fervientemente todos los días y verás el cambio. Si quieres ver la mano de Dios operar en su vida, trabajo, finanzas, ministerios, sus hijos y familia, empiece orar como nunca antes.

En mi segundo libro, “Heme aquí, Señor, envíame a mí”, en el cual escribí sobre evangelismo y las misiones mundiales, relato muchas experiencias que he tenido alrededor del mundo y cómo el Señor trajo los resultados por medio de una oración eficaz, perseverante y llena de fe. Allí menciono los grandes avivamientos de la historia, todos los cuales empezaron con la oración. Allí me refiero ampliamente al poder de la oración para la iglesia, para el predicador, para el avivamiento, para la evangelización y para las misiones. Incluyo ejemplos de grandes hombres y mujeres de oración de ayer y de hoy; destaco la importancia de la oración en la vida de los ministros, del creyente. Menciono algunos de los resultados de la oración en nuestras cruzadas alrededor del mundo; qué es orar en el Espíritu, el secreto del poder de Dios y también comparto algunas experiencias personales de cómo Dios siempre ha contestado mis oraciones que tienen que ver con las diferentes áreas de mi vida. 

Entonces, mi queridos hermanos, sepa que Dios desea contestar sus oraciones, salvo que no sea de su voluntad. Algunas veces Él contesta rápidamente; otras, lleva algún tiempo y aun otras llevan mucho y mucho tiempo. Pero Él oye, contesta y nos da de su poder a través de la oración. En la China, los cristianos tienen este decir: «Mucha oración, mucho poder, poca oración, poco poder”. Lea los libros de la historia de la iglesia y verá que los grandes avivamientos en todo el mundo empezaron con la oración del pueblo de Dios en una búsqueda sincera con quebrantamiento, humildad y arrepentimiento. 

Que Dios les bendiga,