Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. 1Corintios 1:9
Hay momentos en nuestra vida cristiana que nos sentimos exhaustos, son tantas las luchas y las vicisitudes que enfrentamos, que nos parece que no podremos continuar. Sin embargo, la Biblia nos afirma que cuando somos débiles entonces somos fuertes. (2Corintios 12:10)
Sin embargo, es necesario que sepamos hermanos, que para ser fuertes en medio de las luchas diaria que enfrentamos es necesario conocer al Dios que servimos, porque esta fortaleza que recibimos en nuestras debilidades viene de Dios, quien es fiel.
Cuando conocemos sus grandes atributos, entonces en nuestro interior comienza a entretejerse una fuerza increíble con la cual podemos enfrentar toda adversidad.
Si miramos que es Omnisciente, entonces entendemos que el sabe todas las cosas y por consiguiente sabe lo que estamos atravesando. Sí miramos su Omnipresencia, entonces podemos estar seguros que sí Él está en todas partes, está con nosotros en medio de nuestras aflicciones. Cuando nos concentramos en ver su Omnipotencia, se produce un júbilo en nuestro interior al percatarnos que es Todo Poderoso, por lo que comenzamos a saborear la victoria y el triunfo que tendremos en cualquier cosa que estemos enfrentado.
De igual modo, cuando miramos su fidelidad, podemos pararnos firmes, tomar aliento, y pelear la batalla que estemos enfrentando porque él no falla. Él ha prometido estar con nosotros todos los días hasta el fin, por lo tanto, su fidelidad nos asegura que no estamos solos. Además, sí él nos ha llamado a la comunión con su Hijo Jesucristo, entonces nos sostendrá de su mano para que cumplamos su voluntad. ¡Amén!
