¡Inscríbase al Devocional Mensual Hoy!

* Requerido

*

*

*



*


Una Prueba Fuerte del Amor 8/11

Genesis 22:2 "Y Dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.”

¿Podemos sacrificar lo que más queremos por Dios?  Hemos escuchado esta pregunta muchas veces y todos decimos que “si” y hasta nos molesta que muchos persisten en preguntarla. Pero en verdad es más difícil pensarlo. Supongamos que seamos probados con una situación similar a Job y perdamos todo. Suponga que de momento pierda su casa, todas sus posesiones, y su cuenta banquearía diga “$ 0.00”. ¿Pudiéramos nosotros todavía cantar que El cuida de nosotros? ¿Tuviéramos confianza que El está trabajando para nuestro bien? ¿Estaríamos todavía seguros de su amor? ¿Pudiéramos en verdad alabarle sin resentimiento si perdiéramos todo lo que más queremos?

Esta fue la prueba de Job, y también de Abraham. Dios estaba probando el amor de Abraham. Se nota que para Abraham las bendiciones financieras no le eran muy importantes porque rehusó el regalo del Faraón y dejo que Lot fuera al lugar más prospero. Lo más valioso que tenía Abraham era lo que Dios le había dado: su único hijo. Con su demanda, Dios estaba probando si Abraham en verdad lo amaba más que todo: si lo amaba más que las bendiciones que El le dio. Si, estaba probando su fe también. Al fin, la fe no es nada más que una demostración de amor. La Fe es la manifestación de una confianza que solo viene por medio del profundo amor hacia el Señor que conoces.

Abraham no llevo a Isaac al holocausto en obediencia legalista. Ni tampoco lo hizo por temor. Lo hizo porque sabía que no tendría su hijo si no fuera por su Señor, y cuando el Señor le pidió el sacrificio, el humildemente dijo “Claro Señor mío, te amo mas a ti que a mi único hijo que me has dado.” En realidad Abraham le pudo rendir al Señor lo mismo que el Señor planeaba rendir por Abraham y todos nosotros: su hijo unigénito. Por eso es que Cristo vino por medio del linaje de Abraham. La única diferencia es que Abraham ofreció a Isaac a un Dios de amor que no permitió que Isaac muriera, mientras que Cristo en verdad murió por un mundo de pecadores que le odiaban. ¿Podemos nosotros amar a Dios más que a sus bendiciones?

Ministerio Josue Yrion

Tags

#2011