“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.” Gálatas 5:1
La Biblia establece impetuosamente que Cristo con su maravillosa obra redentora nos libertó de la esclavitud a que estábamos sometidos por el diablo. Él en la cruz, nos rescató de las garras del enemigo, quitando el dominio satánico de sobre nosotros, rompiendo el yugo de la esclavitud a que éramos sometidos por el pecado, haciéndonos libres.
Sin embargo, es triste ver que aun cuando por el sacrificio de Jesús ya fuimos hechos libres, todavía vemos a muchos creyentes esclavizados en sus mentes por el enemigo.
El problema radica en que muchos de los creyentes no leen la Biblia, por consiguiente, ellos no saben todas las bendiciones que nos han sido otorgadas mediante el sacrificio de Cristo en la Cruz. Al no saber sus derechos como hijos de Dios, el diablo fácilmente los engaña y los lleva nuevamente a la esclavitud en sus mentes.
Horace Greeley, un periodista y político norteamericano, quien vivió en los años 1800 dijo: “Es imposible esclavizar mental o socialmente a un pueblo que lee la Biblia. Los principios de la Biblia son los cimientos de la libertad humana.”
Entonces, podemos convenir: en que para poder estar firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, tenemos que conocer lo que la Biblia nos dice al respecto. Tenemos que conocer las Escrituras para poder decirle al enemigo: Escrito está, Cristo me liberó de tu esclavitud. ¡Amén!