“Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;..” Romanos 8:20-22
Cuando contemplamos los hermosos paisajes de la naturaleza, los vemos tan apacibles, con tanta paz, que nos quedamos extasiados mirando y admirando la belleza de la creación de Dios. Ni por un instante pensamos que toda esta creación fue esclavizada por el pecado y está sufriendo un deterioro profundo hasta morir.
El pecado de Adán y Eva no solo afectó a la raza humana, sino que se extendió tocando con su tétrico impacto a la creación en general. La Biblia nos dice que la creación gime con dolores de parto para ser liberada de la esclavitud a que fue sometida por causa del pecado.
El pecado es un ponzoñoso veneno que acaba con todo lo que toca. Su apariencia puede no parecer maligna, pero lo cierto es que el pecado es un tóxico mortal, su efecto hace languidecer la vida, la salud, la familia, y las finanzas del que lo practique hasta la muerte.
Muchos son los que han caído en la trampa seductora del pecado, el diablo con sus tentáculos los ha amarrado a una vida pecaminosa y no saben cómo salir de ella, pues el enemigo les miente y les hace creer que nunca podrán liberarse de tal maligna condición.
Del mismo modo que la creación gime con dolores de parto, si usted está en esta condición de pecado, clame, gima delante del Señor y pídale perdón por su pecado. La creación tiene que esperar hasta ser liberada, pero usted ya ha sido redimido por la sangre del cordero de Dios. Recuerde, “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” 1Juan 1:9 ¡Amén!
