¡Inscríbase al Devocional Mensual Hoy!

* Requerido

*

*

*



*


La Zarza Ardiendo-7/2022

Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Éxodo 3:1-3

Sí ponemos atención en el texto encontramos que, Moisés, estaba muy dedicado a su trabajo como pastor de ovejas, y sin pensarlo llegó hasta Horeb el monte de Dios. Allí Dios captó su atención con una zarza en fuego. La Biblia nos dice que se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de la Zarza, pero Moisés no vio al Ángel, solo vio la Zarza que ardía y le llamó la atención.

Dios tenía un propósito con Moisés, él tenia un plan para que el desarrollara, pero Moisés estaba ocupado en el día a día con su trabajo. Dios tuvo entonces que llevarlo a Horeb, el monte de Dios, un lugar solitario, llamando su atención con una zarza en fuego que no se consumía, para que se acercara y así poder hablarle. Note: que, el Ángel de Jehová no le habló hasta que no capto su atención.

De igual forma, Dios está interesado en hablarnos a nosotros, él tiene un plan para nuestras vidas y desea revelárnoslo, él quiere que oigamos su voz. Sin embargo, como Moisés, nosotros también estamos ocupados, por lo que tiene que captar nuestra atención.

La zarza ardiendo que él utiliza en nuestros días para captar nuestra atención es: inquietándonos internamente, por medio de una decepción, por medio de un fracaso, por problemas económicos, por problemas familiares, situaciones inesperadas, por medio de oraciones no contestadas, etc. Él sabe como atraernos al monte de Dios, a la oración, para hablarnos y revelarnos sus planes.

Dios nos habla hoy por medio de su Palabra, por medio de un mensaje, nos habla a nuestro espíritu, con voz audible, y de muchas formas mas. No obstante, es allí, en el monte de Dios, a solas con él, donde podrás escuchar su dulce voz. ¡Amén!