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Actúa de Acuerdo a la Ordenanza Divina- 9/23

Y les dijo: Vosotros que sois los principales padres de las familias de los levitas, santificaos, vosotros y vuestros hermanos, y pasad el arca de Jehová Dios de Israel al lugar que le he preparado, pues por no haberlo hecho así vosotros la primera vez, Jehová nuestro Dios nos quebrantó, por cuanto no le buscamos según su ordenanza. 1Cronicas 15:12-13

Después de la muerte de Usa, Israel se dio cuenta de su desobediencia al mandato divino y enmendaron su proceder. En ocasiones Dios tiene que quebrantarnos radicalmente para que volvamos nuestros ojos a él.

El Señor ha trazado un camino para cada uno de sus hijos, y este camino está fundado en su voluntad. Tenemos que estar conscientes que la voluntad de Dios es agradable y perfecta, y aunque en ocasiones no entendamos su proceder, debemos perseverar, porque estando en su voluntad todo nos ira bien.

Es muy fácil desviarse del camino cuando comenzamos a orientarnos según nuestro propio razonamiento, o por lo que nos digan las circunstancias. Debemos darnos cuenta que al quitar nuestros ojos del plan de Dios y ponerlos en las circunstancias le damos cabida a la incredulidad.

Recordemos que, el pueblo de Israel atrasó el plan perfecto de Dios para ellos cuarenta años, por mirar las circunstancias. Sin contar, que el pago por su incredulidad fue la muerte. (Deuteronomio 1:34-35)

David se dio cuenta de la desobediencia en la que habían incurrido, y por la que habían sido quebrantados y les dijo a los Levitas: “santificaos, vosotros y vuestros hermanos, y pasad el arca de Jehová Dios de Israel al lugar que le he preparado, pues por no haberlo hecho así vosotros la primera vez, Jehová nuestro Dios nos quebrantó, por cuanto no le buscamos según su ordenanza.”

Aunque era la voluntad de Dios que el Arca la llevaran a Jerusalén, la misión de ellos fue estorbada por no tomar en cuenta lo que Dios le había mandado. Por lo tanto, no queramos obrar de acuerdo a nuestro criterio, antes, santifiquemos nuestro corazón con su Palabra y, hagamos todo de acuerdo a sus mandamientos. ¡Amén!