¡Inscríbase al Devocional Mensual Hoy!

* Requerido

*

*

*



*


Címbalo que Retiñe-12/23

Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 1Corintios 13:1

En este pasaje se muestra lo indispensable que es el amor en nuestra vida cristiana. El amor no es una opción, el amor es un fruto del Espíritu que tiene que estar presente en todo momento en la vida de un creyente.

Y es aquí, en este punto donde muchos se equivocan. Para muchos creyentes el hablar en lenguas, es símbolo de espiritualidad, y miden la madurez de la vida cristiana partiendo de la base sí se habla en lenguas, o no. En este texto se nos muestra con toda claridad que este pensamiento es equivocado.

Pablo nos dice que cualquiera que hable en lenguas y no tiene amor por los demás, viene hacer como nada, porque lo que habla viene a ser como metal que resuena, como el eco de un ruido, o como címbalo que retiñe, que repiquetea, ósea, como sonido de instrumento mal tocado. Por lo que entendemos, que sí alguno habla en lenguas, pero aborrece a su hermano su hablar en lengua en nada aprovecha, porque el amor es sobre las lenguas.

Hablar en lenguas es importante, porque con ello nos edificamos y también bendecimos a Dios. Hablar en lenguas es hablar misterios con Dios, porque nosotros no entendemos lo que decimos, pero Dios sí. Hablando en lenguas intercedemos con gemidos indecibles por cosas que no sabemos, así mismo, oramos de acuerdo a la voluntad de Dios y él contesta de acuerdo a nuestra intercesión. No obstante, el hablar en lengua tiene que ir acompañado de amor.

En este pasaje queda expuesto la absoluta necesidad del amor en la vida de todo creyente. Todos debemos amar con el amor ágape, que representa un amor generoso, que identifica el amor de Dios. Así mismo, con este amor, debemos amar también a nuestro prójimo. ¡Amén!