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Deléitate en Jehová- 6/24

Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Salmo 37: 4

En este Salmo encontramos una hermosa y divina promesa de Dios. Sin embargo, no debemos ignorar que, tan bella promesa esta condicionada al deseo de deleitarse en Dios.

Debemos estar apercibidos que, hay deseos que nos acercan a Dios, pero también hay deseos que nos separan de Dios.

¿Cuáles son los deseos que hay en tu corazón? Sí Dios te dijera hoy, ¿Qué quieres que te conceda? ¿que le pedirías?

Nuestros deseos revelan quienes somos. Nuestros deseos revelan nuestro carácter, el propósito de nuestra existencia, las motivaciones que tenemos en nuestra vida. Nuestros deseos también revelan los planes que hemos trazados y el grado de pureza que hay en nuestro corazón.

Hay aquellos que piden, pero no reciben porque su deleite está en sus malos deseos. El apóstol Santiago en su Epístola nos dice esto claramente. Él nos dice: “Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” Santiago 4:2-3

En contraste, el Señor nos enseña por medio de este Salmo el camino para recibir las peticiones de nuestro corazón. Él nos dice: deléitate asimismo en Jehová.  Note que especifica en quien deleitarse, no es licito deleitarse en malos deseos. Deleitarse en Jehová es: Agradarle, encantarse en su presencia, recrearse en sus promesas, embelesarse en su Palabra.

Entonces, entendemos con esto que, sí nos deleitamos en el Señor, confiamos en Su Palabra, y esperamos en Su voluntad, podemos tener la certeza que recibiremos las peticiones de nuestro corazón. Dios conoce todo lo que necesitamos antes que se lo pidamos. Por lo tanto, él nos dará todo, nos dará lo mejor siempre, según, nos deleitemos en él. ¡Amén!