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Egocentrismo-11/22

“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos….” Efesios 6:18

Uno de los pecados que la mayoría de los creyentes están practicando sin ponerle atención, es el egocentrismo. Pues sin darnos cuenta nos hemos acomodado y solo pensamos en nuestro propio interés haciéndonos cada día egoístas, ingratos, ambiciosos, y avariciosos.A pesar que la Biblia nos manda a orar los unos por los otros, la verdad es que nuestras oraciones solo se centran en nosotros solamente o en nuestra familia. Sí usted pone atención, el apóstol en este capítulo 6 de Efesios del versículo diez en adelante nos está hablando de vestir la armadura de Dios. El termina la descripción de la armadura que debemos vestir y usar diariamente contra el enemigo de nuestras almas con la oración.

Pero no una oración egocéntrica, sino una oración de amor, perseverante por todos los cristianos.

Pablo nos dice: “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos…”

Es interesante notar que el apóstol nos manda a orar en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, velando con perseverancia y súplica por todos los hermanos en Cristo en medio de la guerra espiritual. Fíjese bien, que no se nos manda a orar solamente por nosotros y nuestros problemas, sino que nos manda a orar por todos los cristianos.

Por esta razón entendemos que el centrarnos en nosotros mismos solamente, no agrada a Dios. En medio de nuestras batallas contra el enemigo debemos orar no solo por nosotros sino también por nuestros hermanos que están sufriendo alrededor del mundo diferentes ataques. Cumpliendo el requisito que se nos manda al orar por los otros, cerramos la puerta para el enemigo, y no le permitimos que nos asalte con el egocentrismo y nos derrote por el egoísmo.

Por tanto, cumplamos la voluntad de Dios. Digamos no al egoísmo y oremos en todo tiempo tanto por nosotros, como por nuestros hermanos. ¡Amén!