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En Estoy Pensad-2/19

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Filipenses 4:8

A nuestra mente pueden venir pensamientos buenos, que nos alegran el alma, y nos hacen tener una vida saludable y llenas de victorias. En contraste a esta bendición, también pueden llegar pensamientos malos, pensamientos negativos que nos encadenan al pesimismo y nos llevan cuesta a bajo y sin freno, a la desesperación.

Es en la mente donde se incuban los pecados. El diablo envía dardos venenosos, flechas inflamadas de maldad a la mente, con la intención de establecer una gran fortaleza allí y desde nuestra propia mente destruirnos. Si nosotros recibimos los pensamientos malignos y comenzamos a ponerles atención, sin poner ningún tipo de resistencia, estaremos sin darnos cuenta prosperando su ataque, y dejándonos cautivar con su maldad.  

El diablo emprende su estrategia militar invadiendo la mente con pensamientos pecaminosos según sea la debilidad que ha detectado en nosotros. Y con cautela, las irá corroborando con situaciones adversas o desencantos a su alrededor. Estos malignos pensamientos son tan bien elaborados, que es difícil de detectar que son diabólicos, por lo regular, solemos pensar que son pensamientos nuestros, justificados según la situación que estemos atravesando.

La Escritura nos dice: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”

Por lo tanto, sí a su mente le vienen pensamientos deshonestos ¡deséchelos! Sí le vienen pensamientos no justo o rectos que lo seducen a ser infiel contra su conyugue, o contra el Señor ¡deséchelos! Sí le vienen pensamientos mentirosos, pensamientos impuros, pensamientos de enemistad, división resentimientos, avaricia ¡Deséchelos! Estos son pensamientos del enemigo para hacerle caer, no los deje en su mente, llévelos cautivo a los pies de Cristo.

Tenga en cuenta que es usted quien regula su mente. Por tanto, no deje que ningún pensamiento torcido entre en ella, solo deje entrar los que son puro de buen nombre, los que son digno de alabanza, solo en estos pensad. ¡Amén!

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#contemplacion #fe #oracion #paz #vida espiritual