Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. Romanos 6:14
Muchos son los hermanos que piden ayuda en consejería porque tropiezan con el pecado una y otra vez. He oído su lamento y el desespero de sus corazones por ser libre del pecado que los asecha. En su defensa por ceder a la tentación confiesan que, es una fuerza mayor que los seduce y los lleva cautivo a volver a pecar.
Sin embargo, la Palabra nos dice que ya el pecado no tiene mas poder sobre nosotros. Cuando miramos al Calvario encontramos que, Cristo destruyó el poder que tenía el pecado venciendo en la cruz. Entonces, sí nosotros estamos crucificados juntamente con Cristo, el pecado que vivía en nosotros y nos llevaba cautivos a pecar ya no tiene poder, fue destronado por el Señor en la cruz.
La pregunta es: ¿Sí Jesús ya destronó el pecado en nuestras vidas, por qué muchos siguen encadenados a el? La respuesta es simple, por el desconocimiento que tienen de las Escrituras. Ellos siguen dándole riendas sueltas a sus deseos, practicando el pecado una y otra vez ignorando lo que la Palabra nos enseña porque no la leen. Pablo nos exhorta claramente diciendo:
“Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.” Romanos 6:11-13
Por lo tanto, no digas no puedo vencer este deseo, soy débil, porque con tu dicho, haces a Dios mentiroso. La Palabra declara que, fuiste equipado con lo propia presencia de Dios morando en
ti, por medio del Espíritu Santo. ¡Dentro de ti hay poder! No te dejes engañar, tu puedes vencer el pecado. ¡Amén!