¿Cómo orar?

Mateo 6.7-13: «Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros lo pidáis. Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos…» De allí hasta el versículo 13 Cristo enseñó a sus discípulos a orar, en lo que nosotros conocemos como «el Padrenuestro». Jesús dijo que no usáramos palabras sin sentido, sino que oráramos específicamente, con motivos, razones, propósitos y con eficacia para ser oídos. No todas las oraciones son iguales, pues hay muchos diferentes tipos para distintas necesidades y problemas y son presentadas en varios niveles de autoridad en la esfera espiritual. Cada creyente y cada ministro posee una vida de oración única y un nivel específico de influencia en el mundo espiritual y posee un grado de efectividad de acuerdo con su madurez y poder en su vida personal. Pero deseo ser breve en cuanto a la manera de orar y proveer solamente lo más importante que yo creo sobre cómo orar con efectividad y alcanzar grandes resultados y bendiciones al hacerlo. Por lo tanto:

  • 1. Ore con fe y confianza Hebreos 11.6: «Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios [en oración] crea que le hay [que Él existe], y que es galardonador de los que le buscan [oran a Él]» (añadidos e itálicas del autor). Fe es creer que Dios va a contestar la oración. Usted debe compartir y testificar con los demás cuando Dios le contesta, edificando así la fe de los oyentes y de toda la iglesia. He conocido iglesias donde en la pared están escritas a un lado las peticiones y aun fotos de personas en pedacitos de papel. Del otro lado están igualmente los pedacitos de papel que contienen la respuesta que han recibido de parte de Dios. Esto estimula y anima a todos a orar con fe al ver que si Dios responde. Santiago 5.15: «Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados». ¿Ve usted? Es la oración hecha en fe que obtendrá los resultados. Quien ora dudando, con falta de fe y en incredulidad, no recibirá nada de parte de Dios. 
  • 2. Ore en el centro de la voluntad de Dios 1 Juan 5.14: «Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye». Debemos orar específicamente de acuerdo con la voluntad de Dios. Él no le concederá algo que no está en su voluntad. ¡Esté seguro de esto! He tenido experiencias de que Dios me ha concedido lo que en su corazón estaba, pero que en otras ocasiones aunque he orado y aun he ayunado por ciertas peticiones no las he recibido. Más tarde me he dado cuenta que no era su voluntad y en muchas ocasiones he sabido que era su voluntad pero que no era el tiempo adecuado para recibir la respuesta. Por esto es necesario que: 
  • 3. Ore con discernimiento Eclesiastés 8.5b, 6a: «…y el corazón del sabio [del creyente] discierne el tiempo y el juicio. Porque para todo lo que quisieres [en oración] hay tiempo y juicio…» (añadidos e itálicas del autor). Pida a Dios que el Espíritu del discernimiento sea real y efectivo en el momento de la oración. Porque discernirá su oración y sabrá el tiempo correcto para todas las cosas. 
  • 4. Ore con un corazón puro Salmos 66.18: «Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado». La efectividad de la oración tiene que ver con el nivel de intimidad que tenemos con Dios. Cuanto más cerca estamos de Él, menos iremos a abrigar en nuestros corazones algún delito u ofensa que nos aparte de su presencia. Si permitimos alguna cosa que se interponga entre nosotros y Dios, tales como algún pecado no confesado, actitudes equivocadas, motivos cuestionables, palabras que hemos dicho, falta de perdón, celos, envidia, orgullo, soberbia, etc., no podremos sostener una relación de intimidad con el Señor. Si esto ha sucedido en su vida, tome una acción inmediata y remueva cualquier cosa que esté impidiendo su oración y vuelva a tener un corazón puro donde Dios pueda fluir en usted por medio de la oración. 
  • 5. Ore con perseverancia Hechos 1.14a: «Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego…». Muchos creyentes se desaniman muy rápido cuando no obtienen las respuestas que desean. En mi propio caminar con Cristo he tenido que perseverar por días, semanas, meses y años hasta ver la contestación, tanto en mi vida personal como ministerial. La persistencia nos traerá el desarrollo del carácter, conocimiento, dominio propio, paciencia y madurez. Colosenses 4.2a: «Perseverad en la oración… ». Las Escrituras y los libros de biografías de los héroes de la fe del ayer y de hoy nos proporcionan un gran número de creyentes que por medio de la perseverancia y persistencia en la oración alcanzaron lo que deseaban. 
  • 6. Ore con poder y autoridad Hechos 4.31: «Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo [poder y autoridad] la palabra de Dios» (añadido e itálicas del autor). El poder del Espíritu Santo nos llevará a orar con autoridad. Dice que el lugar tembló, o sea, fue el resultado de la presencia del Espíritu Santo que causó esta conmoción y los llevó a predicar con denuedo la Palabra. Cuando oramos, debemos pedir la guía y el respaldo del Espíritu para hacerlo con efectividad. Si lo hacemos, descubriremos el secreto de la oración eficaz. 
  • 7. Ore con una vida recta Proverbios 15.8: «El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; mas la oración de los rectos es su gozo». 
  • 8. Ore con una vida santa 1 Timoteo 2.8: «Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda».

 

-Tomado del libro "El Secreto de la Oración Eficaz" por Josue Yrion. (115-128)

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